Ultimamente me preguntan mucho por la fruta y el hígado graso.
Doy contexto: van a ser 20 años que me dedico a condiciones metabólicas y el hígado graso el 99% de las veces es el resultado de una o combinación de estas cuestiones:
- Stress
- Escasa actividad física
- Dieta con excesos, azúcar, picoteo, ultraprocesados, alcohol.
- Polimedicación.
Les parece raro que todo eso se junte? Imaginen ahora alguien que pasa 10-12hs sentado, come muchas galletitas y los finde hay mucho exceso y su actividad física es pilates 2 veces por semana. Ah, y toma un ansiolítico y antiácidos cada tanto. No es tan difícil encontrar el combo, verdad?
En este contexto, la #fruta sí, tiene azúcares pero claramente no es la causa del aumento de #insulinoresistencia (#SOP, #diabetes #higadograso).
A su vez, no todas las personas, son iguales. En, repito, 20 años, nunca saqué la fruta a un hígado graso, ni grado I, II ni III y créanme, revertimos cientos de casos. Claramente lo ajusto al caso, en cantidad si es necesario, los jugos los evitamos, etc, pero de ahí a decir que es veneno como por ahí uno lee, me parece mucho.
Qué sí les ayudó a mis pacientes?
- Moverse a diario. Sí, a diario.
- Modular su insulina (en general, el hígado graso es el resultado de una #insulinoresistencia)
- Buscarse un hubby para gestionar el stress.
- Normalizar su vitamina D y la salud de su intestino.
- Mejorar su descanso
Sólo por dar un dato: en las hojas de consumo argentino, la población come cada vez menos #frutas y #verduras mientras que cada vez tenemos más #insulinoresistencia.
Osea...
#laculpanoesdelafruta